Hoy en día contamos con diversas alternativas de tratamientos, siendo dos de los más populares el uso de neuromoduladores (comúnmente conocido como Bótox) y el ácido hialurónico. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre estos dos tratamientos?
1. Neuromoduladores:
¿Qué son? Los neuromoduladores, siendo el Bótox el más reconocido, son toxinas naturales que bloquean temporalmente la señal nerviosa en los músculos. En términos sencillos, relajan los músculos faciales, suavizando las arrugas y líneas de expresión.
¿Cómo funcionan? Actúan inhibiendo la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor que provoca la contracción muscular. Al debilitar temporalmente el músculo, se reducen las arrugas dinámicas, especialmente aquellas causadas por expresiones faciales repetitivas como las líneas de la frente y las perioculares (comúnmente llamadas patas de gallo).
Resultados y duración: Los resultados suelen ser visibles a partir de los 7 días, alcanzando su pleno efecto a los 14 días. La duración típica varía, pero generalmente dura de cuatro a seis meses, por lo que es un tratamiento que requiere de dos aplicaciones al año aproximadamente. Un aspecto importante es que este tratamiento no aporta volumen en absoluto a la cara, ni influye en la hidratación de la piel.
2. Ácido Hialurónico:
¿Qué es? A diferencia de los neuromoduladores, el ácido hialurónico es una sustancia naturalmente presente en el cuerpo. Es un azúcar gelificado que atrae y retiene el agua, proporcionando volumen, hidratación y elasticidad a la piel.
¿Cómo Funciona? Se inyecta en áreas específicas para suavizar arrugas y líneas finas. También se utiliza para restaurar el volumen en áreas que lo han perdido con el tiempo, como los pómulos y los labios. Una tercera aplicación menos conocida es la de hidratar de forma profunda con un tipo de ácido hialurónico que no da volumen como los previos.
Resultados y duración: Los resultados son inmediatos y pueden durar de seis meses a un año, dependiendo del producto y de la zona tratada.
Diferencias Clave:
- Tipo de arrugas: los neuromoduladores son eficaces para arrugas dinámicas (las causadas por movimientos musculares), mientras que el ácido hialurónico es más adecuado para arrugas estáticas que son visibles incluso en reposo.
- Áreas de tratamiento: los neuromoduladores se utilizan comúnmente en la frente, entrecejo y alrededor de los ojos, mientras que el ácido hialurónico es versátil y se usa en diversas áreas de la cara.
- Sensación durante el tratamiento: Las inyecciones de neuromodulador pueden sentirse como pequeñas picaduras, mientras que el tratamiento con ácido hialurónico se siente más como una presión en el área tratada.
Conclusión:
Ambos tratamientos tienen beneficios únicos y su elección dependerá de tus objetivos estéticos y las áreas que deseas mejorar. Es imprescindible una consulta médica previa a cualquier tratamiento para garantizar un resultado natural y adaptado a cada persona.
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